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Nieves Moreno Gallardo

PA LOS QUE ESTÉN COMO YO

Por Francisco Javier Pérez Muñoz

Desde el módulo 3 de la Prisión de Jaén 

Este artículo va dirigido a toda persona que haya caído en las garras de la incompresión y la injusticia.

 

Cuando ingresé en prisión el 4 de febrero de 2009 no tenía fuerzas para agarrar el toro por los cuernos porque semejante varapalo deterioró mi estado emocional y mi salud poco a poco. Me habian quitado la libertad. Pero lo que más me dolía y lo que más mella hizo en mi corazón fue que me separarón de mis dos hijos. Quedé tan aturdido que la ansiedad me hizo llegar a los 95 kilos de peso y no sabía ni en que día vivía. Pero hoy por hoy no permito esto ni un segundo más, porque tanto tiempo para pensar bajo las duras circunstancias como las de la cárcel, me han hecho ser firme y paciente, saber que los días pasan y que ya me queda menos para poder disfrutar de mi Cristian y de mi Javi, de mi familia y amigos, quedando tranquila mi conciencia, no como la de los personajes y personajas que me han hecho daño sin pararse a pensar siquiera en mis dos hijos que Dios los bendiga. Porque, algún día saldré de este lugar, cuando alguna gentuza que hay ahora fuera de la cárcel esté pagando los platos rotos de su mala conciencia que no le permitirá conciliar el sueño. He tenido que tomar fuerzas durante 16 meses para poder escribir esto que siento, 16 meses en el abismo, adentrándome cada día más en una oscura habitación con una ventana ridícula y una puerta de 100 kilos. Con el corazón destrozado por no poder abrazar a mis pequeñines y por no haber comprendido aún cómo he acabado aquí, reprimido cada día más y traicionado por la mujer a la que un día entregué mi corazón, con la desdicha de que mi pobre madre está sufriendo a solas desde que mi querido padre falleció. Pero hay un refrán que dice "lo que no te mata te hace más fuerte". Así es, ciertamente ahora tengo el toro por los cuernos. Me estoy refiriendo a mi vida. Sufrí 15 meses que, de pensar que estoy encerrao por "to" el morro, no tenia ganas de seguir viviendo. Pero gracias a Dios tengo dos hijos preciosos por los que tenia la obligación, al menos, de luchar. He dejado de fumar, corro todos los días una hora en el patio, hago pesas en el gimnasio y me cuido con dieta, habiendo conseguido bajar de nuevo a los 80 kilos. Además tengo planeado iniciar estudios universitarios. En definitiva pienso llegar, por mis dos hijos, lo más lejos posible con el fisico de un deportista nato y con futuro laboral.

Lo que quiero es transmitir a los hombres que, como yo, se sientan traicionados por la mismisima justicia y por su pareja, que eso es lo que quiere ella: que te mueras o que te quedes hecho una piltrafa humana. Pero ya que me han quitado lo más preciado, el calor de mis hijos y la libertad, rotundamente no me van a quitar la capacidad y valentía de demostrar que todavía tenía la mejor carta en la manga: el as de mi conciencia tranquila porque no sé ustedes, pero yo no creo que nadie pueda vivir con su conciencia tranquila habiendo metido a su pareja en la cárcel aprovechando, sin ningún respeto, que hay personas realmente mltratadas, ya sea para irse con otro hombre y le estorba el ex, por venganza o por el dinero del ex y de la misma administrac¡ón, que al final es pagado por todos los españoles.

 

Y esa es la realidad, sí que hay malos tratos pero no le pasa nada a los maltratadores de verdad porque las víctimas tienen miedo a denunciarlos ¿Hay que tener mucho poder o dinero para maltratar? ¿O simplemente hay que ser un auténtico criminal que tenga atemorizada a su mujer?. Ahí es donde quería llegar con tan recelosa pregunta, porque yo sí me siento maltratado, humillado y traicionado por los mismisimos cimientos que supuestamente velan por nuestros derechos. Hoy sinceramente no creo en la justicia ni creeré en ella hasta el día que me muera, pero voy más lejos, pienso que no creen en la justicia ni los propios jueces y fiscales que la aplican, o se supone que la aplican. No me explico cómo pueden permitir los que mandan que esté pasando esta infamia.

 

Sólo me queda seguir confiando en Dios, compañeros, y seguir luchando porque, como he explicado con mi propio caso, no hay un mal que por bien no venga. Ánimo a todos.

Francisco Javier Pérez Muñoz

NIF 77.324.171-B

NIS 2005016175

 

1 comentario

Mª Jesús -

Olé!