TRATADO DE URBANIDAD: UNA SANTA "HEMBRISTA"
Por Manuel Urbano
Diario Jaen 16 de Diciembre de 2009
Ahora -hace casi setenta años que se editó la anterior-, la Academia saca una nueva gramática. Bienvenida sea, que no son pelo de mosca las cuestiones de la lengua. Así, recuerdo que, entre los inmensos desajustes de nuestra inmisericorde posguerra, destaca el desigual trato en las relaciones hispano-mexicanas. Nosotros enviamos gratis a" la crema de la intelectualidad", mientras de allí nos venían mariachis y películas con Lupitas, machos y manitos. De este macho; por lo general moreno y bigotudo -"ándele ahí"- deriva una palabreja de éxito y plena aceptación la de "machista"; hasta entonces, en España, la voz macho designaba, amén de a cada una de las borlas que sujetan el calzón de los toreros, a los animales masculinos y, muy en especial, a los mulos. Después la lengua se encargó de hacer de las suyas, creando la palabra "machista" con la que se designa a los hombres malos, y la de "feminista", para nombrar a las mujeres buenas. A las malas, en pura consecuencia lingüistica, habría que llamarlas "hembristas". Y es a los que vamos. Me parece un contrasentido que la fecha escogida para sensibilizar de la violencia doméstica padecida por la mujer sea el día de Santa Catalina. Cuando precísamente esta Santa, de tanta devoción en Jaén y la que por cierto,jamás existió, representa a las que podemos llamar "actitudes hembristas". Ahí está esculpida su leyenda de la conquista de Jaén, con la cabeza del moro cercenada, en uno de los espléndidos altorrieleves de la fachada de nuestra Catedral.
Decapitación aleve del hombre que se repite en la sillería del coro y en una de las pechinas de la cúpula del templo.
Manuel Urbano
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