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Nieves Moreno Gallardo

El fariseísmo (parte I)

INTRODUCCIÓN. En el último párrafo de un artículo que publiqué en agosto de 2011 mientras mi hijo cumplía su segundo año de prisión, ya avancé que fruto de mis averiguaciones aún me quedaban muchas cosas por contar, por lo que en otra ocasión escribiría sobre David Cabezas Aranzana. Muchos pensarían que dos años después, a noviembre de 2013 cuando escribo estas líneas, ya me había olvidado o arrepentido de aquella lejana promesa, pero no es así. Es simplemente que, después de escribir aquel artículo sobre David Fernández, el ejemplar comportamiento de mi hijo y la flagrante injusticia que se había cometido con él, dieron lugar a que prácticamente seguidos (casi "del tirón") los estamentos judiciales y penitenciarios le concedieran un indulto de 8 meses, el tercer grado y la libertad condicional. Con lo que "solo" a los dos años (y entrecomillo "solo" porque también hay que pasarlos) mi hijo estaba de nuevo con nosotros, en libertad, y programando la que sería su futura vida en el País Vasco con la que es su novia desde 2008. Ahora que MAG lleva dos años en libertad y se ha trasladado allí con ella, olvidando ambos todo este asunto (o al menos intentándolo) yo me encuentro más inspirada, para redactar lo que me quedó pendiente sobre aquel muchacho.

 

FARISEÍSMO: Si buscamos esta palabra en el diccionario, nos conduce directamente al vocablo "Hipocresía" que, por definición es "Fingimiento de cualidades o sentimientos contrarios a los que verdaderamente se tienen".

¿Qué cualidades o sentimientos puede tener una persona que acepta participar en un teatro judicial donde le piden cuatro años de prisión a una persona que perfectamente conoce y sabe como inocente? ¿No se le remueve la conciencia a quien participa en tal aquelarre solo porque la denunciadora sea buena amiga?

Esas reflexiones vienen a mi cabeza cuando observo el comportamiento (podría ser incluso su lavado de imagen) de un joven de Linares que después de haber hecho el mal a sabiendas, y persiguiendo quién sabe qué fines que nunca sabré ni sabremos, va de buen samaritano que colabora con la Plataforma Afectados por la Hipoteca.

Según mi hijo me contó hace tiempo (mientras yo tomaba nota de todo) David Cabezas y él se conocían, a través de un amigo común llamado Leyva,  prácticamente desde la adolescencia con un trato muy esporádico, pero siempre agradable y cordial. De ahí que David Cabezas comunicase a mi hijo lo siguiente durante aquel episodio de la Cruz de Mayo del Nazareno de 2006 "... por eso me extrañé cuando Estefanía me contó vuestra historia, porque te conozco casi desde chico y sé que eres buena persona". Aquella conversación tuvo lugar porque la denunciadora pidió a David Cabezas que se acercase a Miguel Ángel para pedirle que se marchase de la Plaza Alfonso XIII o llamaba a la policía. Tras este intercambio de impresiones, mi hijo esperó a que su entonces novia y cuñada regresaran del servicio, y se marcharon de la Cruz de Mayo del Nazareno. Aquel episodio pareció no tener mayores consecuencias, con aquella huida aparentemente a tiempo, pero al día siguiente mi hijo fue detenido bajo la siguiente falaz declaración firmada por la denunciante [sic]: "llegó Miguel Ángel García Moreno, que estaba con un grupo de gente y se situó aproximadamente a metro y medio de donde estaba ella, que no paraba de mirarla, riéndose constantemente, que tenía una mirada de desafío, que un amigo suyo David Cabeza Aranzana, viendo la situación se dirigió hacia Miguel Ángel García al objeto de decirle que cesara su actitud recordándole la medida de alejamiento y avisándole de que si no iba llamar a la policía, que Miguel Ángel se dirigió a su amigo David diciéndole que ella era una cría y que nadie le iba a hacer caso, que Miguel Ángel le preguntó a su amigo David que de qué la conocía a ella. Que cuando se producía esta conversación ella estaba aproximadamente a unos 3 o 4 metros. Que después de hablar con su amigo David, Miguel Ángel García se dirigió a donde ella estaba y pasando a su lado le llegó a rozar en el hombro lo que motivó que ella abandonara el recinto y procediera a llamar a la policía. Que cuando la policía llegó Miguel Ángel ya se había ido".

¿Cuál hubiera sido la actitud de alguien que, considerándose buena persona, y gustando por ayudar a los demás, está siendo empujado por el ansia de venganza de una muchacha a involucrarse en un montaje en el que ni él mismo cree? Pues un hombre que se viste por los pies se hubiera presentado ante el juez sin inconveniente en puntualizar todas y cada una de las falacias inventadas por la denunciante. "No, señoría, cuando Estefanía y yo llegamos, Miguel Ángel ya estaba allí. Yo no vi que nos mirase, porque cuando yo lo miré, él estaba hablando con otras personas, pero ella me solicitó que por favor me acercara a pedirle que se fuera. A pesar de que le reconocí a ella que lo conozco a él desde hace muchos años, y siempre me ha parecido buena persona, me acerqué a Miguel Ángel, para ver si todo eso era verdad, incluso le confesé que a ella le respondí que me costaba creerlo. Miguel Ángel me aseguro que en cuanto su novia y su cuñada regresaran del servicio se marcharían a otro sitio, no sin antes mostrarse disconforme con la situación, diciéndome amistosamente que el periodo de orden de alejamiento ya había finalizado, y que la historia de ella y su denuncia eran tan increíbles que, nadie la iba a hacer caso, porque incluso algunos conocidos de ella, le daban la razón a él cuando comentaban la situación. Y efectivamente, cuando ambas llegaron a los pocos minutos, todos se marcharon, quedándonos allí la denunciante y yo, aunque ésta se empeñó en llamar a la policía a pesar de que no había pasado nada relevante". Eso es lo que hubiera contado ante el juez alguien con, como he dicho, una honestidad a prueba de bombas, y no lo que hizo David, de ratificar la declaración ignominiosa de ella. Hoy día es tan difícil encontrar gente íntegra...

Pues dos años después, concretamente el 29 de septiembre de 2008, este jóven se plantó en los Juzgados de Jaén para declarar ante el Juez Lucini Nicás.

 

Audio de la declaración:
http://www.goear.com/listen/ecbeebb/participacion-una-atroz-mentira-david-cabezas-aranzana-linares

Juez: ¿Jura o promete decir la verdad?

David Cabezas: Sí.

Juez: Le advierto que está bajo juramento y le recuerdo su obligación de decir la verdad y la prohibición de incurrir en falso testimonio ¿Es usted amigo de alguien? ¿De ella o del acusado?

David Cabezas: Sí, soy amigo de ella y conocido del acusado.

Juez: Comience con sus preguntas el Ministerio Fiscal.

MF: ¿El hecho de que usted sea amigo de ella significa que va a mentir en este juicio?

David Cabezas: No.

MF: ¿Usted estaba presente en lo de las cruces de mayo?

David Cabezas: Sí.

MF: ¿Me puede decir que pasó?

David Cabezas: Pues estaba allí con ella, llegó, se puso a nuestro lado, y Estefanía se puso nerviosa, y bueno, yo sabía la situación que tenía una orden de alejamiento de 150 metros, me acerqué a él, le dije que tenía orden de alejamiento que mejor ser fuese porque iba a llamar a la policía. Él me dijo que ella era una cría, que era una niñata, y que los amigos de ella que conocía la situación le daban la razón a él. 

MF: ¿Y él estaba en una actitud de "bueno ya me voy y no pasa nada", o estaba en una actitud ...

David Cabezas: A ella la miraba provocativamente y sonriente.

MF: No hay más preguntas señoría.

Abogada acusación: Con la venía su señoría. David, usted manifiesta en su declaración que el acusado fue a la barra del bar e incluso llegó a rozar a ella.

David Cabezas: Sí.

Acusación: ¿Qué distancia había desde la barra hasta ella?

David Cabezas: ¿De yo a ella? Un metro. Un metro y algo.

Acusación: O sea, que usted pudo ver con total claridad ese roce que se produce en el hombro.

David Cabezas: Sí.

Acusación: ¿Una vez sucedido, usted qué hizo?

David Cabezas: Pues vi a ella que estaba desencajada, blanca, la cogí del brazo, salimos del recinto y llamamos a la policía.

Acusación: No hay más preguntas.

Juez: Defensa.

Abogada Defensa: Con la venia, señoría. Ha dicho usted que Miguel Ángel luego se acercó a la barra a pedirse algo ¿verdad?

David Cabezas: No. Cuando yo terminé de hablar con él, me acerqué a ella, y estábamos a un metro de la barra y me acerco yo a pedir, y me di la vuelta y estaba Miguel Ángel rozando a ella.

Defensa: No es cierto entonces que fuera usted con Miguel Ángel.

David Cabezas: ¡Antes de eso!

Defensa: Entonces Miguel Ángel le manifestó que esperaran para que su novia saliera del servicio ¿Es así?

David Cabezas: Sí. Y no lo hizo. Mintió y cuando me di la vuelta era cuando la estaba rozando.

Defensa: Estamos hablando de una plaza pública, en la calle...

David Cabezas: Sí, sí...

Defensa: ... en la que hay mucha gente celebrando las cruces...

David Cabezas: Sí.

Defensa: Bien, no hay más preguntas señoría.

Juez: Siéntese, que entre David Fernández.

 

Después de esta declaración bochornosa sobre el incidente de un leve roce que ni siquiera existió, y que, aún cinco años después, estaría atormentando la conciencia de cualquiera con un poco de dignidad, declaró la entonces novia de mi hijo, que por supuesto negó todo lo anterior, alegando que mientras guardaba cola para entrar en el baño veía a Miguel Ángel (excepto dos minutos que estuvo dentro) y en ningún momento observó que él se moviese del grupo de amigos con el que estaba.

Desgraciadamente, unos días después, salió la sentencia que todos conocemos, con la que el Juez Lucini Nicás y la Audiencia Provincial de Jaén entraban en la historia judicial española aportando su granito de arena al descrédito que actualmente tiene nuestra justicia.

 

Esta fue la aportación magnífica aportación de David Cabezas que tenía pendiente de comentar. No deja de ser paradójico que alguien que intente ayudar a unos que por circunstancias de la vida están en la ruina, cuando él mismo con su falso testimonio ayudó a arruinar durante muchos meses de prisión la vida de otro. Se ve que en este caso le interesaba más el bien de la prójima que  del prójimo.

 

En mi próximo artículo, que será la segunda parte de este, trataré sobre otra falsa declaración. Concretamente la de María Dolores Martínez López. Y es que, como ya dije la otra vez, aún tengo muchísimas cosas que contar y muchísimos datos que sacar a luz pública. Precisamente por eso, porque son públicos. Esto es, que cualquiera puede acceder a ellos. Lo que pasa es que nadie ha ido al juzgado a pedirlos, pero no son secretos y están allí están a disposición de cualquiera.

 

Nieves Moreno Gallardo.

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