La incongruente justicia III.

O mejor dicho, la vergüenza de justicia que tenemos, porque una condena no depende de lo que hayas hecho o no hecho, sino del juzgado penal en que caigas o, lo que es lo mismo, del juez que te toque, como vamos a ver.

En el Diario Ideal, edición del domingo 12 de febrero, aparece la noticia de un chico que ha sido condenado, por el Juzgado nº 4 de lo Penal de Jaén, a once meses de prisión por insultos, guantazos, patadas, quebrantamientos varios, injurias, vejaciones y un empujón contra la pared.

No voy a entrar a valorar la posibilidad de que la denunciante haya mentido como mintió vergonzosamente la que denunció a MAG, pero sí me parece totalmente merecido el descrédito que padece la justicia del Estado Español, pues mi hijo Miguel Ángel, por un puñetazo en la espalda sin parte de lesiones (es decir, inventado, porque si fuese verdad ella habría ido al médico), y por un video de una muchacha manteniendo relaciones sexuales sobre el que la policía no pudo demostrar autoría alguna, fue condenado a 4 años de prisión por Juzgado nº 1 de lo Penal de Jaén. Quizá hallaríamos la respuesta a tan incongruente despropósito judicial si conociésemos el motivo por el que, cuando la sentencia de mi hijo levantó la polvareda internacional que levantó, el magistrado Jose Antonio Lucini Nicás salió de dicho juzgado para caer en el Juzgado de Familia que es el que ningún juez quiere, aunque allí también duró poco tiempo y ahora se encuentra en otro donde sus decisiones no afectan a la libertad de las personas.



Mis anteriores artículos relacionados:

La incongruente justicia
http://nievesmoreno.blogia.com/2009/100801-la-incongruente-justicia.php

La incongruente justicia II (caso Farruquito)
http://nievesmoreno.blogia.com/2010/011701-la-incongruente-justicia-i-i-caso-farruquito-.php

La incongruente justicia V
http://nievesmoreno.blogia.com/2010/070701-la-incongruente-justicia-v.php